Entierro de lujo

07/Dic/2010

La República, Egon Friedler

Entierro de lujo

Opinión internacional La filtración ilegal de 250.000 documentos diplomáticos de Estados Unidos a la prensa mundial constituyó un entierro de lujo para la vieja y respetable institución del secreto diplomático. La diplomacia no volverá a ser lo que era, aunque nadie vislumbra que las revelaciones lleven a cambios trascendentes en la relación de fuerzas en el mundo. Como era de esperar, los que salieron mejor parados fueron los países democráticos y los que quedaron en evidencia por su duplicidad fueron los países autoritarios y totalitarios.
Egon Friedler
Unos cuantos mitos fueron sacudidos. Uno de ellos es que el legítimo e inofensivo deseo de Irán de constituirse en potencia nuclear solo molesta a países paranoicos como Israel, que incluso tiene el mal gusto de querer empujar a Estados Unidos a una operación militar que podría poner en peligro la paz mundial. Ahora resulta que Israel es miembro de un club con muchos integrantes que hasta ahora públicamente habían mantenido un discreto silencio. Y no cabe la menor duda de que esos países pretenden empujar a Estados Unidos a la acción contra Irán aun con mayor insistencia que los propios líderes del Estado judío. Esos países, para sorpresa de muchos, son varios países árabes que significativamente nunca revelaron a sus pueblos su verdadera posición hacia el Irán de Ahmadinejad y los Guardias de la Revolución.
Encabeza el club el gobierno de Arabia Saudita, cuyo rey, Abdullah bin Abdul Aziz, urgió repetidamente al gobierno de Estados Unidos a atacar a Irán para detener su programa nuclear. Uno de los documentos registra una conversación con un diplomático norteamericano en Ryad, en la que el embajador saudita en Washington, Adel Alk Jubeir, recordó las frecuentes exhortaciones a Estados Unidos a atacar a Irán y poner así fin a su programa de armas nucleares. Al Jubeir mencionó específicamente las palabras de su jefe: “El rey hizo un llamado a aplastar la cabeza de la serpiente”. Otro mito que fue sacudido fue el de Egipto como un mediador confiable en conflictos inter-árabes y como un aliado fiel de la causa palestina que solo contiene su hostilidad hacia Israel por la palabra empeñada en el tratado de paz de 1979. Ahora resulta que si bien el presidente Mubarak sigue con su política de “paz congelada” y de insultos diarios de la prensa y el “establishment” oficial contra Israel, en secreto no vacila en colaborar con el gobierno de Jerusalén contra sus hermanos palestinos. Como lo describió en un cable, la embajadora de Estados Unidos en El Cairo, Elisabeth Scobey: “Mubarak odia a Hamas y considera que esta organización es igual a los Hermanos Musulmanes, a la que considera el peligro más serio para su régimen. No menos significativa es la revelación acerca de la consulta de Israel a Egipto previamente a la gran operación militar en la Franja de Gaza a fines de 2008, detallada en una versión de la revista “Time” el 30 de noviembre.
¿ Qué dicen los árabes respecto a todo esto? Una de las pocas reacciones explícitas en la prensa árabe es un artículo del analista Lamis Andoni difundido por “Al Jazira”.
El artículo titulado “¿Qué va a pensar el público árabe?” comienza señalando lo más obvio : “La mayoría de los líderes árabes quieren que los Estados Unidos se ocupen de Irán, e incluso que lancen la guerra contra ese país, pero evidentemente no lo dicen públicamente por temor a la opinión pública y la reacción del público árabe”. ¿ Qué es lo que temen los líderes árabes? Andoni lo dice claramente: “Temen la inestabilidad y el disenso interno, y hasta levantamientos armados que podrían producirse por dos causas: el apoyo de Irán a Hezbollah y a Hamas en su confrontación a Israel y por la influencia de Irán sobre las comunidades chiítas en algunos países del golfo Pérsico”. El comentarista árabe explicita “En los documentos publicados por Wikileaks algunos líderes árabes aparecen como inseguros y carentes de confianza en que será posible contener la ‘amenaza iraní’ por medios diplomáticos e insisten en que Estados Unidos debe detener a Irán “a cualquier precio”.
Un dirigente de los emiratos es citado diciendo que “Irán está estableciendo emiratos en el mundo musulmán, incluyendo el Sur del Líbano y Gaza, y “emiratos” latentes en Kuwait, Bahrein, la provincia oriental de Arabia Saudita, la “madre” de todos los “emiratos” en el Sur de Irak y ahora Saada en el Yemen.” A juicio del articulista las revelaciones de Wikileaks habrán de erosionar aún más la imagen de los líderes árabes en la opinión pública y hará aún más difícil el apoyo público a una guerra con Irán.
Un importante diario norteamericano opina por el contrario que la difusión de la verdad puede tener efectos positivos. Un artículo firmado por el Consejo Editorial del “Christian Science Monitor” opina: “La conveniencia de la revelación de la verdad es que finalmente los líderes árabes resultan estar de acuerdo con Israel en sus advertencias contra un Irán nuclear. Israel sería la primera nación afectada en una acción expansionista iraní y en un intento de restaurar su influencia histórica en el Medio Oriente.
Pero los países árabes sunnitas saben que también son blancos potenciales para los clérigos persas chiítas de Teherán”.